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Programa de Termalismo Social del Imserso Normativa, evolución y repercusión social

 

El Programa de Termalismo Social se establece en 1989, mediante Orden Ministerial de 15 de marzo, y se enmarca dentro las competencias atribuidas al Ministerio de Asuntos Sociales. Se crea como una prestación socio-sanitaria complementaria a las prestaciones del sistema de la Seguridad Social, dirigida a las personas mayores.

 

En la Orden se establece que el Imserso convocará plazas disponibles en los establecimientos termales concertados, entendiendo como tales a aquellos que “cuenten con un manantial de agua minero-medicinal, declarado de utilidad pública, con las instalaciones adecuadas para la impartición de los distintos tipos de tratamiento, acordes a las características de las aguas y las afecciones a tratar, y que efectúa la prescripción y seguimiento del tratamiento bajo control médico”.

 

Igualmente, el Programa va dirigido a todos los pensionistas de jubilación e invalidez, así como a los pensionistas con otros tipos de pensión, siempre que tengan cumplidos los sesenta años de edad, y precisen el tratamiento que se presta en los balnearios.

 

La selección de centros es realizada por el Imserso en base a una serie de requisitos tales como:
• Las instalaciones de tratamiento con que cuenta el balneario.
• Las instalaciones hoteleras en las que se desarrollan los turnos.
• El personal de los establecimientos, tanto su número como la cualificación, para la atención de los usuarios.
• La organización y funcionamiento de los servicios de restauración.
• El programa de animación, sus contenidos y las horas diarias dedicadas al mismo.
• Si el establecimiento ha obtenido certificaciones sobre la calidad de sus servicios.

 

El Imserso es el encargado de efectuar la selección de usuarios aplicando un baremo que valora prioritariamente la edad, los ingresos económicos, la necesidad médica de recibir el tratamiento termal y si ha participado o no en el Programa en años anteriores.

 

Durante la ejecución del Programa, los servicios técnicos del Imserso realizan visitas de seguimiento para comprobar los servicios recibidos por los usuarios, tanto termales como hoteleros. Para ello disponen de un modelo de informe tipo en el que se recoge de manera homogénea información sobre los siguientes aspectos:

 

• Datos básicos de la estación termal.
• Características de los establecimientos hoteleros utilizados para alojar a los usuarios.
• Información básica sobre el personal que presta sus servicios en los establecimientos.
• Información complementaria sobre el médico o médicos del Balneario.
• Resumen  de las opiniones  facilitadas por los usuarios que en esos momentos están disfrutando de su turno de estancia.
• Resumen del contacto mantenido con los responsables del establecimiento.
La información recogida sirve para la planificación de las siguientes visitas, ya que se prioriza su realización en los casos en los que se ha detectado incidencias y realizado recomendaciones, con objeto de verificar su rectificación. Esta información se complementa con un muestreo telefónico directo con los usuarios, a los que se efectúa una encuesta de satisfacción, que servirá para completar un perfil bastante completo de cada establecimiento.

 

Cuadros 1 y 2

 

Evolución de los principales indicadores del Programa

En base a toda esta información recabada por los servicios técnicos, anualmente se elabora una memoria que permite conocer el perfil del usuario, así como la valoración por parte del usuario de los distintos aspectos que forman parte del Programa, además de datos estadísticos referentes a número de participantes, plazas ofertadas, impacto económico, etc.

 

Así, en los gráficos 1 y 2 que ilustran este artículo, se puede ver la evolución a lo largo de estos 25 años del número de balnearios y de plazas adjudicadas, una evolución que pone de relieve, por un lado, como el Programa ha ido siendo adoptado por la gran mayoría de los balnearios españoles, que han visto en su implantación una importante fuente de financiación, sobre todo en momentos tan críticos como la crisis que estamos padeciendo.

 

Igualmente, en el gráfico 3 podemos ver la comparativa entre las plazas solicitadas y las realmente adjudicadas, observando el desfase que se produce en torno al año 2003, cuando la demanda prácticamente triplica la oferta, y como se empieza a corregir a partir de 2005 con un notable incremento del número de plazas ofertadas. De la misma forma, los coletazos de la crisis en 2012 y sobre todo en 2013, permiten ver la bajada significativa tanto en plazas solicitadas como en las finalmente adjudicadas, como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo de nuestros mayores, que en buena parte han tenido que emplear sus recursos en la sostenibilidad de su propia familia.

 

Cuadro 3

 

Motor de desarrollo económico

No cabe duda de que el Programa ha impulsado un notorio crecimiento económico en aquellas zonas de influencia en torno al balneario. Zonas rurales en su mayoría, debido a la ubicación de los manantiales, que han tenido en el balneario el principal motor de la actividad económica de la zona.

 

La actividad de los balnearios se ha visto notoriamente incrementada desde la entrada en vigor del Programa de Termalismo Social, ya que con anterioridad apenas estaban en funcionamiento un tercio de los balnearios españoles, y la mayoría de ellos solo abrían sus puertas durante los 3-4 meses de verano, permaneciendo el resto del año cerrados.

 

Cuadro 4

 

Por tanto, ha sido un importante elemento de fijación de población al generar puestos de trabajo durante prácticamente todo el año, y ha proporcionado una actividad paralela en torno los servicios demandados por la afluencia de los usuarios y sus familiares, sobre todo en los sectores de la hostelería (bares, restaurantes, alojamientos, …) y de los servicios (transportes, tiendas de productos típicos, de regalos,…), con la consiguiente creación de empleo, no solo ya en puestos del propio balneario, sino en puestos indirectos debido a la actividad que genera.

 

En este sentido cabe destacar que durante el año 2013 el Programa ha permitido la generación y/o mantenimiento de 2.956 puestos de trabajo directos durante todo el año y de 11.824 puestos de trabajos indirectos o inducidos, por lo que constituye un importante yacimiento de empleo.

 

Por otra parte, el Programa de Termalismo Social no sólo genera empleo, sino que lo hace a coste cero. El presupuesto invertido por la Administración en financiar el Programa se recupera por las Administraciones

 

Públicas gracias al empleo y a la actividad económica que genera (ahorro en el gastos farmacéutico motivado por la reducción en el consumo de fármacos de aquellas personas que reciben un tratamiento termal, principalmente para problemas de artrosis, reumas y respiratorios; ahorro en prestaciones de desempleo e ingreso de cotizaciones; mayores ingresos derivados de IRPF, IVA y otros).

 

Cuadro 5

 

Perfil del usuario
El usuario del Programa también ha sufrido cambios significativos en el perfil. Así, mientras que en los primeros años, el grupo de edad entre los 65 y los 79 años era predominante, se ha visto una evolución al crecer significativamente el grupo de menores de 65 años y, sobre todo el de los mayores de 80, que ha duplicado prácticamente el porcentaje, fruto naturalmente de las mejores condiciones de vida que han hecho elevar significativamente la esperanza de vida en nuestro país.

 

Lo que apenas ha sufrido variación alguna ha sido la distribución por sexos de los usuarios, que permanece invariable desde su inicio en un porcentaje ligeramente superior al 60% de mujeres y del 40% de hombres, lo que viene a confirmar igualmente las estadísticas en cuanto a esperanza de vida, notablemente más alta en las mujeres que en los varones.

 

Cuadro 6

También la situación económica ha variado bastante en estos 25 años de vida del Programa. Aunque para la realización de los gráficos ha habido que recurrir a transformar las antiguas pesetas en euros, sin tener en cuenta el factor inflacionista que tuvo la adopción de la moneda única europea, podemos ver como entre los usuarios del Programa, prácticamente hasta los primeros años del nuevo siglo, la inmensa mayoría no alcanzaba los 750 € de ingresos medios mensuales (125.000 ptas.), y no es hasta mediados de la década cuando los que superan esta cantidad empiezan a sobrepasarlos.

 

Una conclusión claramente significativa es como a partir de 2009 (con el azote de la crisis), la franja de usuarios menos favorecida por sus ingresos empieza a cambiar y pasa a ser prácticamente igual a la de los que perciben más de 1.200 € (31,95% frente a 31,53%, respectivamente). Es un dato que viene a ratificar las penurias económicas que se han generado durante este largo ya periodo de crisis, que ha impedido a los usuarios con menor nivel de ingresos disfrutar de los servicios del Programa en favor de las franjas con mayor poder adquisitivo, a los cuales no les ha hecho tanta mella.

 

Cuadro 7 y 8

 

Satisfacción de los usuarios
Todos los años, los servicios técnicos del Imserso realizan una encuesta de satisfacción entre un amplio muestreo de usuarios: 1.100 personas procurando que estuvieran representados todos los balnearios de forma proporcional al número de plazas concertadas.

 

Este muestreo nos permite conocer la valoración que hacen los usuarios de los distintos aspectos del Programa, que en general es muy positiva, con un 89% de usuarios que se manifiestan satisfechos y muy satisfecho con el mismo, aunque también en este aspecto se nota un cambio en los usuarios que se han vuelto mucho más exigentes y, mientras a finales de los noventa los “muy satisfechos” sobrepasaban el 70% y cerca del 30% los “satisfechos” (es decir, apenas había “insatisfechos”), en la actualidad están en torno al 45%, completando ese total del 89% con los simplemente “satisfechos”, habiendo crecido hasta el 10% los que señalan “regular” o “insatisfecho”.

 

Esto puede considerarse como “un aviso para navegantes”, y los establecimientos termales no pueden relajarse en los servicios ofrecidos.

 

Cuadro 9

Cuadro 10

 

Distribución geográfica
La distirbución geográfica de las plazas adjudicadas, también sufre cambios significativos desde el comienzo del Programa hasta nuestros días. Así, hay regiones que aumentan significativamente las plazas, como Castilla-La Mancha, que no aportaba plazas al principio del Programa y, en la actualidad acoje al 11,29%; Extremadura, que ha pasado del 1,21% al 9,90% actual, o Galicia, del 6,87% al 11,90%. Por el contrario, Andalucía ha sido la Comunidad que ha acumulado un mayor descenso de plazas, pasando de algo más del 25% al 10,36% actual; lo mismo sucede con Aragón, que del 17,74% ha pasado al 7,50%, o con Cantabria, que del 12,04 disminuye hasta el 6,68%.

 

El resto de comunidades autónomas que cuentan en su territorio con balnearios acogidos al Programa de Termalismo del Imserso no han sufrido cambios significativos, recogiendo unos porcentajes bastantes similares a los que ofrecían en el año 1990, año en que se contabiliza esta distribución.

 

Cuadro 11

 

Cuadro 12