Por Teresa Pacheco
La talasoterapia (del Griego Thalassa = mar y Therapeia = tratamiento) consiste en el aprovechamiento simultáneo y bajo supervisión médica especializada de los elementos del medio marino, con un fin preventivo y/o curativo. El agua de mar, el bioclima marino, las algas, los limos o lodos, la arena y todas las demás sustancias de origen marino, como el plancton y el fitoplancton forman parte de la talasoterapia.
Inglaterra fue un país pionero en la práctica de la talasoterapia moderna llegando a contar en el siglo XVIII con 60 establecimientos de baños marinos. En el año 1760 Richard Russell publicó “The use of sea water in the diseases of glands” (“El uso del agua de mar en las patologías de las glándulas”), el primer tratado sobre terapia con agua de mar.
En Francia, ya en el siglo XVI, el médico y anatomista Ambroise Paré abogaba por las propiedades anti-infecciosas del agua de mar y prescribía baños marinos a sus pacientes. Dos siglos más tarde, en la costa francesa de L’Aquitania, localidades como Saint Jean-de-Luz, Biarritz, Bayona o Arcachon, se convirtieron en auténticas ciudades balnearias. Precisamente en Arcachon sería acuñado, en 1867, el término talasoterapia, por el doctor de La Bonnardière.
El siglo XIX fue clave para el desarrollo de la talasoterapia y fue Francia la encargada de sentar y desarrollar las bases de la talasoterapia moderna.
Al igual que la balneoterapia, el uso del agua de mar con fines terapéuticos fue relegado al ostracismo con la aparición de los medicamentos y tuvieron que pasar unos cuantos años antes de ponerse de nuevo en valor, algo que ocurrió en la década de los 80 del pasado siglo, también de la mano francesa.
Como puede verse ampliamente documentado en el excelente artículo de Josep Sánchez Ferré que aparece un poco más adelante en estas mismas páginas, los balnearios marinos españoles gozaron de un esplendor parecido al de los balnearios de aguas mineromedicinales a lo largo del siglo XIX y primeros años del XX y desde A Coruña a Cádiz, se multiplicaron las instalaciones al borde del mar.
El avance de las comunicaciones, y muy especialmente la llegada del ferrocarril, fue determinante para el desarrollo de un incipiente turismo costero que, poco a poco, fue popularizándose entre la población y que acabó desembocando en el boom turístico de sol y playa que se desarrolló de manera espectacular a partir de los 60, perdiéndose en el camino las connotaciones terapéuticas de los baños de mar.
Características del agua de mar
Todos podemos destacar a simple vista las tres características más evidentes del mar, el sabor salado de su agua, por su alto contenido en sal (35 gramos por litro de media), su peculiar olor, causado por la descomposición de las algas y de los microorganismos que en ella habitan, y su color, que abarca toda la escala del verde al azul, según la naturaleza de sus fondos, la profundidad o el color del cielo.
Sabemos que tiene una temperatura fría (con relación a la indiferente del cuerpo humano), mayor o menor dependiendo de la zona y la época del año (desde los – 4 ºC del Ártico a los 30 ºC que puede alcanzar en zonas tropicales), y que su densidad, entre 1.028 y 1.032 g/l, es similar a la del plasma sanguíneo.
En relación con su composición química, podemos decir que contiene prácticamente todos los elementos químicos de la tabla periódica, aunque el cloruro sódico (NaCl) es el componente fundamental ya que representa el 80% de las sales en disolución. Lo demás son sulfatos, bicarbonatos, magnesio, calcio, potasio, bromo, boro, flúor y 79 oligoelementos más, siendo el silicio el más importante. Además, todos los gases atmosféricos se encuentran también en el agua de mar siendo los más abundantes el nitrógeno, el oxígeno y el dióxido de carbono.
Puede decirse que el agua de mar corre por nuestras venas, ya que tiene una composición y una concentración de sales minerales y oligoelementos casi idéntica a nuestro plasma sanguíneo.
Efectos terapéuticos
Además de todos los componentes descritos anteriormente que contiene el agua marina y que ejercen una acción terapéutica en el organismo, el mar es rico en iones negativos, partículas cargadas eléctricamente que tienen la peculiaridad de producir en el ser humano un efecto de relajación y que favorecen la producción de serotonina, provocando que tengamos una gran sensación de bienestar.
El agua de mar se puede aplicar por vía externa siguiendo los mismos métodos y procedimientos que los que se emplean en los balnearios y spas, y también puede administrarse por vía interna en bebida y a través de las vías respiratorias (nebulizaciones, aerosoles, etc.).
Además proporciona unos efectos físicos como consecuencia de los factores térmicos y mecánicos, los primeros por la sensación de frío que produce la inmersión en agua de mar, proporcionando una vasoconstricción periférica, seguida de una vasodilatación interna, al tiempo que el sistema nervioso se estimula y tonifica, dejando una sensación de bienestar; los segundos (los mecánicos) se producen por la acción de compresión y empuje, favorecida por el masaje pasivo que proporciona el ir y venir de las olas, muy indicado para la insuficiencia venosa, además del importante ejercicio para el sistema músculo-esquelético que supone guardar el equilibrio dentro del agua.
El clima marino
Dentro del conjunto de factores que componen la talasoterapia, es fundamental el clima marino. El mar actúa de regulador de las temperaturas haciéndolas menos extremas mientras que la humedad relativa más alta y constante y las brisas y vientos marinos también proporcionan estabilidad a la temperatura. La mayor abundancia de oxígeno y la considerable pureza del aire junto al mar son algunos de los factores del clima marino que actuarán estimulando las funciones orgánicas y relajando la mente.
Otro de los elementos fundamentales del clima es la helioterapia que consiste en utilizar el sol con fines terapéuticos, aunque para que pueda hablarse de helioterapia como tal deben reunirse al menos tres requisitos: aplicarse de forma sistemática o con una pauta establecida, tomar el sol de manera adecuada “a cuerpo desnudo”; y perseguir una acción terapéutica. No hay que olvidar que un exceso prolongado de exposición al sol, o en horas de fuerte radiación solar, puede traer consigo efectos adversos, como quemaduras, trastornos oculares y reacciones cutáneas, efectos que en acumulaciones intensas pueden derivar en graves lesiones cutáneas.
Por su parte, la aeroterapia o exposición al aire marino de la piel desnuda es también una manera de utilizar este componente climático con fines terapéuticos. Su acción fisiológica actúa contrayendo los vasos capilares y dilatándolos posteriormente, favoreciendo así la circulación de la sangre y la transpiración de la piel.
Algas y plancton marino
De vital importancia en la práctica de la talasoterapia es la utilización terapéutica de las algas marinas, que recibe el nombre de algoterapia o ficoterapia. Las algas son en su composición muy similares a nuestras células, se nutren por ósmosis en el agua de mar, donde captan y almacenan todos los elementos marinos, constituyendo una enorme fuente de salud: un kilogramo de algas frescas equivale a 10.000 litros de agua de mar.
Además de las algas, cuyas aplicaciones en cosmética y como complementos alimenticios están siendo ampliamente estudiadas, la riqueza marina está presente en el denominado plancton marino, el conjunto de organismos que flotan en las aguas. Este plancton, sin entrar en clasificaciones más complejas, podemos subdividirlo en dos tipos: fitoplancton o plancton vegetal, que se encuentra principalmente en las aguas costeras, ya que necesita de la luz solar para desarrollar su función de fotosíntesis; y el zooplancton constituido por todos los organismos, generalmente microscópicos, de origen animal y por las fases larvarias de otros organismos adultos.
Para darnos una idea de la importancia vital del fitoplancton, se estima que más del 50% (según autores hasta el 70%) del oxígeno que se produce en la Tierra lo proporcionan las algas verdes, las diatomeas y las cianobacterias marinas en el proceso de fotodescomposición del agua durante la fotosíntesis.
Peloterapia marina
Al hablar de limos o peloterapia marina nos referimos a la aplicación de barros terapéuticos compuestos de un sustrato sólido diluido en un medio líquido, en este caso el agua de mar. Estos limos se aplican, fundamentalmente, como agentes termoterápicos a 42 ºC sobre la piel, de forma general o parcial, durante un espacio de tiempo en torno a los 30 minutos. Están indicados para dolencias reumáticas por su gran retención calorífica, y en algunos casos (dependiendo de su procedencia y de los componentes) como tratamientos para afecciones de la piel.
La psamoterapia o baño de arena
Requiere simplemente de arena fina de playa lo suficientemente seca para poder cubrir el cuerpo o la parte a tratar (pueden ser baños parciales). Esta técnica se lleva a cabo haciendo un lecho en la arena con el fin de calentar la parte donde el individuo debe extenderse, y poco a poco se va cubriendo con la arena bien caliente y seca de la superficie de la playa, protegiendo en todo momento la cabeza del sol y aplicando compresas de agua fría. El baño de arena actúa debido a la alta temperatura a la cual se somete al cuerpo y por el poder de absorción de la arena que elimina la humedad de la piel manteniendo la temperatura sin que la superficie cutánea se enfríe por la evaporación del sudor.
Como hemos visto, la talasoterapia no consiste exclusivamente en tomar baños con agua de mar, si no que los diferentes elementos del entorno marino: el sol, la brisa, el clima, el aire, la arena, los lodos, las algas… intervienen de una u otra forma en esta práctica tan ancestral como saludable.
Talasoterapia, un recorrido por nuestra geografía
Como ya hemos visto, la talasoterapia no es un invento moderno y desde época griega hasta nuestros días se ha manido en el tiempo.
El periodo de finales del siglo XIX y principios del XX supuso una época dorada para la talasoterapia española, y proliferaron los denominados balnearios marinos. En los años sesenta del pasado siglo el boom del turismo popularizó las playas como destinos vacacionales y una buena parte de nuestro perímetro costero se cubrió de infraestructuras más o menos acertadas destinadas al “turismo de sol y playa” que diluyó por completo la primitiva práctica terapéutica de la talasoterapia.
En los últimos años, la talasoterapia en España ha sido rescatada del olvido y contamos con un nutrido número de establecimientos que la practican de una manera más o menos fidedigna ya que no hay una legislación que la regule.
Al no haber legislación específica en nuestro Estado sobre la talasoterapia, el término se presta a mil y una interpretación. Desde centros vacacionales que añaden sales a sus piscinas, pasando por los que practican perforaciones en la orilla hasta que logran extraer agua, hasta los más serios que tratan de utilizar el agua de mar en su forma más pura posible, con captaciones adecuadas para preservar todas sus propiedades. La tendencia más acertada por la que se rigen algunos centros es aproximarse a la normativa francesa de 1989 de la Federación de Talasoterapia Mer et Santé y del Certificado Qualicert, desde febrero de 2008, Syndicat Nacional de la Thalassothérapie.
En este reportaje haremos un recorrido por una buena parte de nuestros centros de talasoterapia, con el objetivo de dar una visión lo más completa posible de este importante sector y procurar un amplio abanico de opciones a nuestros lectores.
Requisitos específicos para centros de talasoterapia
De la Asociación Iberoamericana de Termalismo y Bienestar, AITB, 2012
adaptando los criterios de Mer et Sante
Costa gallega, quebrada por el mar
En la singular y caprichosa costa de Galicia que reparte su extensión entre el Atlántico y el Cantábrico, vamos a destacar cuatro centros de talasoterapia, dos en la provincia de Pontevedra, uno en A Coruña y otro en Lugo.
Talaso Atlántico
En las inmediaciones de Baiona, en el Ayuntamiento de Oia, en un hermoso y agreste paraje marino funciona desde el año 2003 Talaso Atlántico, un establecimiento de modélicas instalaciones y un enorme despliegue tecnológico que garantiza en todo momento la calidad y propiedades del agua de mar, y que se toma muy en serio y de una manera integral el concepto talasoterapia.
Con mucha luz y hermosas vistas, el denominado “Recorrido Marino” es el alma del complejo y consta de una piscina de agua marina climatizada (37 ºC), provista de distintos sistemas hidroterápicos. En la zona de cabinas se aplican los distintos tratamientos individuales que, debidamente supervisados por el médico, están enfocados a la recuperación de secuelas postraumáticas y de cirugía en el aparato locomotor, procesos reumáticos crónicos, desgaste articular, afecciones cutáneas, respiratorias y ginecológicas, estados de ansiedad y estrés.
Sus instalaciones hoteleras, con habitaciones amplias, luminosas y bien equipadas, garantizan una estancia de relax y confort, redondeada por una excelente oferta gastronómica.
Hotel Louxo La Toja
La isla de La Toja, un lugar privilegiado que goza desde el siglo XIX de una merecida fama como destino turístico, ha sido diseñada en su totalidad como espacio vacacional y de lujo y fue pionera en recibir turismo de salud gracias a sus afamados manantiales de aguas termales.
El mar, omnipresente en este precioso rincón gallego, alimenta y decora las instalaciones del Hotel Louxo La Toja, un establecimiento cuatro estrellas cuyo centro de talasoterapia con salida directa al mar y a sus espléndidos jardines y piscina lúdica, ofrece todos los tratamientos de hidroterapia y complementarios propios de esta disciplina terapéutica bajo la correspondiente supervisión médica. Piscina dinámica, hidromasaje, chorros, envolturas de algas o limos marinos y diferentes tipos de masajes forman parte de los programas y tratamientos propuestos en su carta. Sus espacios exteriores se funden con el océano que prolonga su presencia al interior, especialmente en su restaurante que parece estar flotando sobre el agua y en donde se puede degustar una gastronomía muy recomendable. Desde sus confortables habitaciones equipadas al detalle se puede contemplar una de las panorámicas marinas más hermosas de Galicia.
Termaria - Casa del Agua
La bella ciudad marinera de A Coruña acoge desde 2007 el centro de talasoterapia Termaria Casa del Agua, junto al estadio de futbol de la ciudad y a poca distancia de la playa de Riazor, constituyendo uno de los centros acuáticos más grandes de España y una de las infraestructuras más importantes en el ámbito cultural, lúdico y comercial de Galicia.
La Casa del Agua hace honor a su nombre por el tamaño de sus instalaciones, en donde destaca el impresionante conjunto de sus piscinas activas equipadas con todo tipo de puestos de hidroterapia: sillones, bancos y camas de hidromasaje, jacuzzis, río remolino, cascadas, cañones, cuellos de cisne... El circuito de contraste hace gala igualmente de capacidad y equipamientos con ocho saunas, una de ellas exterior, minipiscinas de agua salada, duchas de contraste, fuente de hielo y el Rotenburo Japonés, una coqueta piscina exterior rodeada de jardines. Más de una veintena de cabinas para tratamientos individuales, un gimnasio con todo tipo de aparatos de última generación, sala de actividades y piscina olímpica completan este enorme espacio de talasoterapia y deporte que puede ser disfrutado en su conjunto por los clientes Termaria Fantraining (Funcional, Adaptativo, Natural) un nuevo concepto de entrenamiento personalizado a cargo de personal cualificado. Un auténtico lujo para la ciudad y una visita ineludible para el visitante.
Thalasso Cantábrico La Sirenas Hotel
Ya en la provincia de Lugo, en la ciudad de Viveiro, sobre un promontorio con excelentes vistas y acceso directo a la playa de Sacido, se encuentra el Hotel Thalasso Cantábrico La Sirenas, compuesto de dos establecimientos de tres y cuatro estrellas, respectivamente, una colonia de bungalows y un centro de talasoterapia de acceso independiente, situado a pocos metros de los hoteles. Aunque es un centro de pequeñas dimensiones, sus espacios han sido bien diseñados y perfectamente distribuidos entre la zona húmeda con piscina interior y exterior, circuito de contrastes y sala de reposo, y el área de cabinas para tratamientos individuales y un pequeño gimnasio.
Costa cantábrica, la belleza del contraste
Siguiendo la línea litoral del Cantábrico nos detendremos en los tres principales centros de talasoterapia seleccionados en las consecutivas comunidades de Asturias, Cantabria y el País Vasco.
Talaso Poniente
Como un barco que va a hacerse a la mar, el centro Thalasso Poniente enarbola su singular estructura en el puerto marítimo de Gijón, en un extremo de la playa de Poniente. Un magnífico complejo que viene a rescatar la dilatada tradición de los gijoneses por los baños de mar, que entre finales del siglo XIX y principios del XX llegaron a tener en sus playas media docena de balnearios marinos.
Este centro de ocio, salud y belleza, es otro de los establecimientos de talasoterapia más grandes de España. El mar, presente en todos y cada uno de sus espacios, lo rodea, penetra visualmente por sus cristales y físicamente en sus instalaciones alimentando sus piscinas y todas las técnicas de hidroterapia que se aplican en su Área Talaso. Esta, junto con el denominado Parque Lúdico Acuático, el Área Sport y Thala Estética, constituyen las principales propuestas del establecimiento. El área de talasoterapia cuenta con piscina marina activa interior y exterior con incomparables vistas, piscinas de hidromasaje, de relax y de agua hipersalina (flotarium), circuitos finlandés, romano, japonés y sensorial y espacios de reposo exteriores e interiores en salas, terrazas y miradores.
Relais Thalasso
Ubicado en los jardines del emblemático Hotel Real de Santander, el centro de talasoterapia Relais Thalasso, de estilo neofrancés, ocupa lo que fueran las antiguas cocheras del hotel, alrededor de 1.400 m2 convertidos en un espacio de vanguardia. Su localización privilegiada, en lo alto de la Bahía de Santander, permite disfrutar de unas vistas extraordinarias que se pierden más allá del Palacio de la Magdalena.
El denominado Espacio Hidromarino es la joya del centro y cuenta con una magnífica piscina dinámica de agua de mar climatizada, circuito de contrastes, cabinas de tratamientos, gimnasio y sala de relax con aromaterapia.
Talasoterapia Zelai
En una elevación entre la playa de Itzurun y el casco urbano de la localidad guipuzcoana de Zumaia, un antiguo palacete vacacional alberga ahora las instalaciones de un completo centro de talasoterapia y un pequeño hotel con magníficas vistas sobre el mar. A la playa de Itzurun, con una alta concentración en yodo, desde siempre se le han atribuido propiedades beneficiosas y ha constituido un destino de salud muy apreciado para los habitantes de la zona. La riqueza geológica de este litoral también constituye un gran foco de atracción ya que en sus acantilados los extractos de la roca son como un libro abierto para conocer una historia que se remonta a 60 millones de años, una estructura geológica que de denomina flysch y que le ha valido su inclusión en la Red Europea de Geoparques.
Zelay en su conjunto, y el entorno en que se ubica, constituyen, fuera de toda duda, una experiencia muy particular.
La Perla
En San Sebastián, en plena playa de La Concha el magnífico centro de Talasoterapia La Perla ha sido uno de los pocos balnearios marinos de principios del pasado siglo –concretamente de 1912– que no solo ha sobrevivido, sino que además ha rescatado la actividad para la que fue concebido. Su magnífica situación y su distinguida arquitectura evocadora de la belle époque donostiarra, le valió ser considerado el balneario más hermoso del mundo.
En 1995 volvió a abrir sus puertas con el agua y el deporte como protagonistas y la salud y el relax como objetivo. El denominado Circuito Talaso de Puesta en Forma consta de dos piscinas a distintas temperaturas, una de hidroterapia y otra de relax, equipadas con todo tipo de técnicas, jacuzzi panorámico, circuito de contrastes y diversas áreas de descanso. En el área de cabinas se aplican baños de hidromasaje, duchas, chorros y todo tipo de masajes, envolturas y sesiones de rehabilitación con fisioterapeuta.
Un gimnasio, un centro de salud y estética, además de cafetería y restaurante completan este hermoso complejo.
Al abrigo del Mediterráneo
La línea litoral desde Cataluña a Andalucía está salpicada de centros de talasoterapia que han ido surgiendo en los últimos años respondiendo a la creciente demanda de relax y bienestar. Hoy constituyen un interesante elemento distintivo dentro de la numerosa oferta turística que caracteriza al litoral mediterráneo español.
Hotel Colón Thalasso Termal
Único en España, este complejo aúna en su oferta de hidroterapia el agua marina y el agua mineromedicinal. Situado en la localidad barcelonesa de Caldes d’Estrac, cuya tradición balnearia es anterior a la época romana, aprovecha la riqueza de sus manantiales termales, mientras que su privilegiada situación a orillas del Mediterráneo le ha permitido constituirse también como centro de talasoterapia, una ambivalencia que le permite ofertar no solo tratamientos y programas a la carta sino también tipo de agua. Sus grandes instalaciones se dividen en zona thalasso, zona termal, área lúdico deportiva y de salud y estética. El alojamiento en consonancia con sus cuatro estrellas y la gastronomía de sus dos restaurantes le convierten en un tentador y saludable destino vacacional.
Termas Marinas El Palasiet
En el municipio costero de Benicàssim, en Castellón, el centro de talasoterapia El Palasiet es un lugar lleno de encanto refugiado en una hermosa finca cerrada y rodeada de vegetación, que le permite abstraerse del bullicio veraniego de la cercana playa, pero manteniendo una magnífica perspectiva sobre el Mediterráneo, gracias a su situación en una pequeña elevación.
Pionero de la talasoterapia en España comenzó a funcionar en su actual enclave en los años 80 del pasado siglo de la mano de doctor Joaquín Farnós Gauchia, especialista en rehabilitación y buen conocedor de la práctica francesa en tratamientos con agua marina. Desde siempre El Palasiet se ha distinguido por mantener el espíritu terapéutico del principio ejerciendo una talasoterapia seria y bajo supervisión facultativa. Es un establecimiento de tamaño medio, tranquilo, acogedor y elegante. Su galería termal se comunica directamente con el hotel y está especialmente diseñada para aprovechar la luz natural, cuenta con una gran piscina activa con todas las técnicas de hidroterapia y complementarias propias de estos establecimientos.
El ambiente sosegado, el buen estado de sus instalaciones, las vistas, los jardines y su piscina exterior rebosante que se funde con el horizonte marino lo convierten en un atractivo destino.
Meliá Villa Gadea
En la hermosa localidad alicantina de Altea se ubica el Hotel Meliá Villa Gadea, un complejo vacacional cinco estrellas situado a orillas del Mediterráneo que tiene como elemento diferenciador el Thalasso Spa, un centro de talasoterapia de cerca de 2.000 m2 dividido en distintas áreas, equipado con tecnología de última generación y alimentado con agua de mar. En el club termal se encuentra el circuito de contrastes, con distintos tipos de duchas, baño turco, sauna finlandesa, gruta de hielo y sala de relax, además de las dos piscinas termolúdicas de agua de mar, una interior y otra exterior, equipadas con todas las técnicas de hidroterapia. En el área de estética se prodigan todo tipo de tratamientos de belleza, mientras que en la parte destinada a clínica y dietética se llevan a cabo las correspondientes revisiones de la salud así como tratamientos preventivos.
Talasoterapia Entremares
Ya en la Comunidad de Murcia, mirando al mediterráneo, Talasoterapia Entremares fue uno de los primeros establecimientos turísticos construidos en la famosa Manga del Mar Menor, justo al comienzo de la misma, en 1966. Una zona que experimentaría en años posteriores un espectacular desarrollo urbanístico por su peculiar geografía entre dos mares y las especiales características del Mar Menor en cuanto a temperatura, salinidad y sus afamados lodos.
El centro de talasoterapia de Entremares, llamado Termas Cartaginesas, está dotado con cabinas individuales para todo tipo de tratamiento, ya sea con agua o a base de envolvimientos de barros o masajes manuales. En su parte colectiva cuenta con un circuito de piscinas activas que recrean un ambiente primitivo en referencia a los antiguos pobladores de la zona, los cartagineses.
El exterior combina una piscina con cerramiento junto a otra de mayor tamaño al aire libre, situadas ambas junto a la playa, desde donde se puede divisar el faro del cercano Cabo de Palos.
Centro Vital Hotel Lodomar
Se trata de un hotel cuatro estrellas situado a orillas del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, desde cuyas habitaciones es posible disfrutar de una excelente panorámica sobre el mismo.
En sus bajos se ubica el centro de talasoterapia, con una piscina termolúdica que toma sus aguas directamente de las salinas del Parque. Un agua con una elevada concentración de yodo y sales minerales, ideal para los tratamientos de la piel. En sus cabinas, además de los habituales tratamientos individuales de bañeras de hidromasaje, duchas Vichy y escocesa, etc, se aplican envolvimientos de lodos procedentes del propio Mar Menor, con el beneficio añadido de sus excelentes cualidades dermatológicas y antiinflamatorias.
Centro Vital Aguas Salinas
Frente al Mar Menor, justo en el extremo sur de las Salinas de San Pedro del Pinatar, en la zona de los “lodos del Mar Menor”, así conocida por ser donde el público acude libremente a cubrirse de los limos y barros depositados en el fondo marino. Sus instalaciones se reparten entre un puñado de cabinas en las que se imparten tratamientos individuales: baños de hidromasaje, ducha escocesa, ducha Vichy, envolvimientos de lodos, masajes,... y un espacio común, denominado “Templo de la Salud”, con piscina de agua salada climatizada, cascada cervical, natación contracorriente, jacuzzi, saunas, etc.
Aunque no dispone de hotel, la propiedad cuenta con apartamentos aledaños donde pasar las estancias.
Thalasia Costa de Murcia
También frente a las salinas de San Pedro del Pinatar se levanta el Hotel Thalasia & Thalasso Center, un completo hotel de cuatro estrellas, de líneas modernas, en donde madera, acero y cristal se combinan en armoniosa decoración. Desde el hotel se accede al centro de talasoterapia, un impresionante complejo de 4.500 m2, con una gran piscina con agua de mar a 34º C, con jacuzzis, camas de agua, cuellos de cisne, cascada, piscinas de rehabilitación y gimnasia acuática y un circuito marino que supone todo un laberinto de contrastes, con diversos tipos de ducha, saunas y piscina de relajación. Todo ello con agua de mar extraída a un kilómetro de la costa, en la que también maduran sus propios lodos marinos, los reconocidos “limos de Thalasia”.
Además cuenta con 40 cabinas destinadas a más de 50 programas de salud y belleza, con un equipo médico especializado en hidrología médica, que ofrece programas de tratamientos de fisioterapia, rehabilitación y terapias acuáticas.
Meliá Costa del Sol
En tierras andaluzas, en el mismo paseo marítimo de la localidad de Torremolinos, el Centro de Talasoterapia Melía Costa del Sol, ubicado en los bajos del hotel del mismo nombre, es uno de los centros pioneros en España en la utilización del agua de mar para la práctica de técnicas de hidroterapia ya que se puso en marcha en 1987, gracias al arrendamiento que el hotel Meliá hizo a unos reputados profesionales de la talasoterapia con fines estrictamente terapéuticos. Ha sido largo el camino recorrido por este centro, que a lo largo de su historia ha tenido varios cambios de titularidad y gestión. En la actualidad está dirigido por un grupo empresarial relacionado con el sector de la estética, la fisioterapia y los centros hidrotermales. Es un establecimiento pequeño que desde aquel espíritu puramente terapéutico con que partió, ha ido adaptándose a una clientela turística que demanda tratamientos de estética y relax que complementen su estancia vacacional a pie de playa.
Barceló Estepona Thalasso Spa
En la provincia de Málaga, a cinco kilómetros del centro de Estepona dirección Marbella, en la denominada “nueva milla de oro” de la Costa del Sol se encuentra este moderno establecimiento solo para adultos (desde 17 años). Directamente extraída del mar, del cual dista unos 600 metros, el agua con que se alimenta su Circuito Terapéutico Marino llega intacta a su destino, sin tratar ni almacenar, tan sólo sometida a los análisis pertinentes que garanticen la ausencia de contaminantes. Las vanguardistas instalaciones se distribuyen en 2.000 m2, que además del circuito marino y el área de hidroterapia individual, siempre con agua de mar, albergan las thalasso suite para tratamientos de belleza y estética tanto facial como corporal y distintos rituales personalizados. La sala de relax, la boutique Thalasso y el Fitness Center completan su oferta.
Gran Hotel Elba Estepona & Thalasso Spa
El centro de talasoterapia del Gran Hotel Elba Estepona forma parte de un espléndido resort cinco estrellas, a pie de playa, en donde prácticamente todas las opciones de ocio y bienestar están contempladas.
A 250 metros mar adentro se capta el agua, que se hace llegar hasta el centro a través de un complejo sistema de gravedad, temperatura y bombeo, para someterse posteriormente a un complicado proceso de filtración y desinfección mediante células ultravioletas antes de ser utilizada en los diferentes tratamientos de hidroterapia. Dichos tratamientos se aplican en el centro Thalasso Spa, un agradable espacio que consta de un Club Thalasso con dos piscinas termolúdicas de agua de mar, duchas de contraste, de aroma, escocesa, sala de frío, zona de reposo, área de tratamientos, gimnasio, consultorio médico y gabinete de estética. Cuentan con una larga carta de tratamientos y rituales de salud, belleza y bienestar.
Habitaciones de diferentes tamaños y equipamientos y cuatro restaurantes: buffet, cocina mediterránea, asiática creativa y cocina franco italiana hacen de este resort una tentadora opción vacacional.
Islas Canarias
El litoral de las Islas Afortunadas cuenta con una selecta oferta de establecimientos en donde se lleva a cabo la práctica de la talasoterapia, en este reportaje hemos seleccionado tres en Gran Canaria y uno en Lanzarote.
Hoteles Gloria Thalasso (San Agustín y Amadores)
En la localidad de San Agustín, a 600 metros del mar y en un alto dominando el horizonte, se levanta el Gloria Palace San Agustín, cuyo centro de talasoterapia se convirtió en todo un referente desde su apertura en 1998 para los usuarios y conocedores de los tratamientos marinos. Con sus cerca de siete mil metros cuadrados fue durante mucho tiempo uno de los más grandes de Europa. Cuenta con cuatro piscinas de agua marina, la denominada Puesta en Forma es una instalación espléndida dotada de 33 estaciones de hidromasaje, cuyo recorrido dura alrededor de dos horas. Todos los tratamientos son supervisados por el médico y las técnicas complementarias se realizan con productos que lleven algún componente marino.
A poco más de 20 kilómetros la propiedad amplió su oferta con la apertura, en 2003, de un nuevo establecimiento, el Gloria Palace Amadores, un cuatro estrellas de casi 400 habitaciones situado a 300 metros de la playa de Puerto Rico y a unos pocos más de la de Amadores, de la cual toma su apellido. El hotel alberga otro gran centro de talasoterapia con una hermosa Piscina Puesta en Forma de agua marina y excepcionales vistas sobre el océano, así como un circuito de contrastes y cabinas de tratamientos. Construido en escalera sobre el acantilado, el mar está presente en todas sus instalaciones, la piscina exterior se confunde con el horizonte marino y desde las habitación la vista se pierde en un horizonte infinito.
En ambos centros Thalasso Gloria se tratan las afecciones reumáticas, las secuelas postraumáticas y los problemas derivados del estrés.
Lopesan Villa del Conde Resort & Thalasso
En diciembre de 2005 la oferta de talasoterapia en Gran Canaria se vio enriquecida con la apertura del Corallium Thalaso Villa del Conde, ubicado en un hotel de cinco estrellas, junto a la playa de Maspalomas, cuya explotación comercial está a cargo del Grupo Lopesan. De grandes dimensiones, el hotel responde al concepto de resort, donde el cliente puede satisfacer cualquier necesidad sin salir del recinto.
En un extremo, junto al mar, se encuentra el Corallium Thalasso –al que también se accede desde el paseo marítimo– cuyas dependencias al aire libre, denominadas Ocean Views Suites, rodeadas de agua, con piscina privada y sala de masajes para dos personas y el Atlántico como telón de fondo, constituyen un marco único para vivir una experiencia exclusiva de bienestar. En el interior se encuentra la piscina principal de agua de mar, el circuito de contrastes, la denominada Área de Vivencias Acuáticas, la piscina flotante, la sala de descanso y las cabinas de tratamientos individuales.
Princesa Yaiza, Suite Hotel Resort
Al sur de la isla de Lanzarote, en Playa Blanca, en el término municipal de Yaiza, este resort ha sido diseñado al detalle para conseguir la confortabilidad integral del cliente. El Princesa Yaiza ofrece unas instalaciones hoteleras y de restauración a la altura de sus cinco estrellas lujo y un modélico centro de talasoterapia de última generación, el Thalasso Center. Se trata de un precioso y completo espacio cuyas instalaciones de hidroterapia se alimentan de las cristalinas aguas del Atlántico. Un auténtico capricho es el circuito “mil y una noche”, con su preciosa piscina de agua de mar a 34 ºC de temperatura, equipada con musicoterapia y cromoterapia y 60 chorros diferentes de hidromasaje. Sus más de 50 cabinas de tratamientos acogen una amplísima selección de técnicas y programas.