Se trata de una enfermedad reconocida en 1992 y cuyos síntomas, según aclaró hoy Susana Romero Yuste, doctora del Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario de Pontevedra, se caracterizan por la presencia de dolor crónico músculo-esquelético generalizado, con bajo umbral de dolor, hiperalgesia y dolor producido por estímulos habitualmente no dolorosos.
En cuanto a las terapias balnearias, la directora-médica del Hesperia Isla de La Toja, la doctora Marta Arribas, alabó los beneficiosos efectos del agua mineromedicinal en estos pacientes, subrayando que la balneoterapia con el agua de A Toxa ha conseguido ser efectiva en el tratamiento de este tipo de pacientes que además presentan ansiedad y dificultad para llevar a cabo las actividades de su vida diaria. Para ello, según añadió, se han empleado técnicas de baños de agua mineral, maniluvios, dediluvios, ducha Vichy y otras técnicas como los parafangos y arcillas. También se han obtenido beneficios durante ejercicios de balneoterapia en piscina en pacientes con fibromialgia.